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domingo, 24 de abril de 2011

Las dos caras del sol


Dime de qué color es el sol por el lado de tu ventana.
¿Se pone a la vez que el mío?
Dime cómo son las cortinas que te aíslan de la luz
las mismas que te esconden de la curiosidad del mundo
hazme un croquis para que te imagine
ausente en noches de entierro
¿De qué pie cojeas?
¿Qué tomas para desayunar
antes de ser consciente de que aquí viene otro día?
Por mi parte todo va bien
un poco impaciente
pero sigo con mis manías:
nunca como nada antes de las nueve
odio el sonido del despertador
pero me gusta que tenga una lucecita
por si me despierto pidiendo la hora.

No obstante, mi sol es distinto,
mi sol está reprimido
desaprovechado en un cubículo VPO
tengo que ir al salón
para descubrirlo satisfecho en lo alto
no me quejo
así duermo sin antifaz.

He aquí el capítulo cuatro
del catálogo de hechos
irrelevantemente importantes
para el desarrollo de la acción
No espero respuesta inmediata
sólo léelo con regodeo
y no olvides descorrer las cortinas de vez en cuando.

domingo, 10 de abril de 2011

Anuncio de contactos: se busca mujer con gafas

Quiero estar con una de esas mujeres que se cuelgan las gafas de ver en la camiseta/camisa/jersey antes de ir al cine. Debe de ser apasionante enzarzarse en un debate después, las gafas le dan más credibilidad. Quiero discutir sobre qué musical es más interesante o por qué deberíamos ir esta noche al indio en lugar de al chino. Quiero terminar de leer un libro fantástico y llamarla inmediatamente para recomendárselo; mi fascinación podría durar horas, el tiempo justo para salirme con la mía y lograr que se interese en leerlo. Quiero elaborar tardes improvisadas en el Retiro o forzar paseos nocturnos tridimensionales, la ciudad es una locura por la noche que nunca debemos dejar de contemplar, sus edificios, amantes anónimos que sólo se adoran por la embriaguez pasajera de un sábado de desfase, puestos ambulantes, luces, olores, gente descolocada que parece no pertenecer a esa fotografía pero que tiene más derecho que nadie a contribuir con su contorno. La ciudad es uno de esos placeres prohibidos que deben ser compartidos y yo quiero compartirlo con mi mujer de gafas de ver colgadas de la camiseta/camisa/jersey.
¿Por dónde empezar? Es importante establecer una zona de acotación, una especie de zona geográfica idónea para ese prototipo de fémina con unas características determinadas. Edad: próxima a la mía-año arriba año abajo-. Físico: importante pero no decisivo. Zona geográfica: alguna dimensión paralela que en algún momento se fusione con mi dimensión, lo que conocemos más comúnmente como coincidencia. Fobias: todo el mundo tiene alguna, es lógico. Hobbies: desde contar baldosas hasta hacer aviones de papel y tirarlos desde la ventana de su habitación. Música: música es ella por lo que ese apartado estaría cubierto con creces. Y por último, compatibilidad: se presupone que máxima.
Una vez acotada la zona de búsqueda y hallado el prototipo de fémina idónea se ha llegado a la conclusión de que es una auténtica "putada". Perdón por el adjetivo, pero además de tierno, empalagoso y único, el amor también es soez.