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viernes, 11 de noviembre de 2011

Certidumbres

De ella sólo recuerdo sus abrazos, duraban unos segundos deliciosos en los que te envolvía. No me habría importado pasar así el resto de mi vida. En el intento de conocerla la terminé idealizando y nunca supe cuánto había de verdad en mi versión. No pude humanizarla, no me atrevía. En el intento de hacerme hueco olvidé que querer no siempre es poder y no contemplé la opción más que probable de un final abrupto. La catedral siempre fue testigo de nuestros encuentros espontáneos, esos instantes fugaces a modo de titular que te daban el subidón necesario para aguantar horas sumergida entre dos lenguas. Pocas veces me daba la vuelta para ver cómo se alejaba. Por discreción nada más.
Eran años en los que pensaba que era así de fácil; la incertidumbre positiva de contar con más oportunidades. Ingenuidad. Llegaba a ser hasta bonito; amor sin grumos, ni marcas que adulteren sentimientos. Así era ella en el anonimato de su idolatría. Era Navidad y otoño, delicadeza, dulzura, toda una experta en excusas baratas. 
Nos despedimos fundidas en otro abrazo de los suyos, esta vez con la certidumbre de no volver a coincidir, pero con el cariño sincero de habernos conocido.

Primeras veces

¿Por qué nos cuesta tanto ser nosotros mismos? Hacer caso a nuestros impulsos y actuar acorde a ellos. ¿Por qué parece tan descabellado pensar que el romanticismo sigue vivo? Que las mariposas nunca se van y sobreviven a la rutina. Somos reticentes a creer en finales felices, en amores sin fecha de caducidad. Todo termina, llega ese desenlace abrupto temido desde el principio y sólo quedan dudas y preguntas. Me niego a creer que ésta es la dinámica que mueve el mundo. No formaré parte de la opinión general que afirma que "ya nada dura eternamente". Reniego del costumbrismo y de dar por hecho algo o a alguien que se ha tomado la molestia de cambiarte la vida.
Nos empeñamos en adelantar acontecimientos y anticiparnos a los hechos. Qué pérdida de tiempo y energía más absurda cuando especular es inútil. Nunca he sido más consciente del tiempo que ahora mismo; todo es cíclico. Vuelta al comienzo una vez más. Siempre interrumpo el final para reescribir desarrollos clónicos. ¿qué hace diferencia uno de otro? ¿Qué se queda y qué se va? La pregunta debería ser otra. ¿Qué se pierde? Ésa es la pregunta. Pureza. Cuando algo se repite tiene la fea costumbre de aburrir; atrae cierto cinismo ausente las primeras veces.
La idea inicial no era ésta, se parecía a una versión bastante más edulcorada, pero las teclas se estaban volviendo diabéticas y las necesitaba para seguir escribiendo, si quería algo de coherencia al menos. Sería interesante retroceder algunos años y volver a experimentar esa sensación cristalina de verlo todo por primera vez; sin recuerdos ni manías. Probablemente el resultado final sería muy parecido, por no decir idéntico, pero sería bonito embarcarse en algo que no contemplas que pueda terminar en catástrofe.

Put a wetsuit on, come on, come on
Grow your hair out long, come on, come on
Put a t-shirt on
Do me wrong, do me wrong, do me wrong

jueves, 10 de noviembre de 2011

Único

Todas las mañanas pasaba por su puerta y cruzábamos dos o tres palabras cordiales. Era rutina. Siempre me lo encontraba, a cualquier hora, sentado en su escalón contemplando la inmutabilidad de un día como los demás en el silencio de sus secretos. Dos palabras no cuestan nada, no suponen esfuerzo alguno a simple vista y aun así, a veces el ensimismamiento nos impide ser personas.
Llevo unos días sin cruzar ese saludo y ayer vi una cruz negra en su puerta y leí ese primer párrafo estándar que únicamente se molesta en cambiar nombre y edad. Parece de broma que la eternidad pueda llegar a ser tan impersonal. el adiós debería ser único, tan único al menos como la persona que se marcha y suprimir de una vez las plantillas multitudinarias.
Es curioso qué remoto parece todo, qué natural cuando se ve desde fuera. Todo se magnifica porque es insensible no hacerlo, una auténtica falta de respeto. Pero, ¿no es peor la hipocresía de consternarte por obligación? Las convenciones sociales son demasiado estrictas para seguirlas al pie de la letra y a veces asfixian. ¿Por qué expresar lo que es políticamente correcto y no lo que realmente queremos decir? ¿Humanidad?¿Acaso estamos defendiendo la mentira como mecanismo de defensa? Yo creo que no, creo que simplemente lo hacemos para que no nos señalen con el dedo y nos tachen de bicho raro.
No hay segundas oportunidades. ¿Qué tendrá la muerte que cambia concepciones? Durante tres días, el mundo se vuelve del revés, eres sensible, sombrío, incluso las iglesias te asustan aún más. Sólo hacen falta tres días para descomponerte y volverte a recomponer, pero el prisma ha cambiado de forma radical, y ahora hay preguntas y la sensación incómoda de no saber muy bien cómo actuar en estos casos. Viva el pánico y la hipocondría. 
El sol sigue brillando, los niños van al colegio, las redes sociales siguen actualizándose y el mundo no se detiene; todo lo que tenemos son esos tres días de cortesía por parte de vecinos curiosos, amigos ya no tan cercanos, y con suerte, aquellas personas que nunca se han planteado abandonarte. Descanse en paz.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Martes en la gramola: yo soy Simon, él es Lucas

Hoy he descubierto una de esas canciones que dice tanto con tan poco, "On the street where you live" a manos de Nat King Cole. Es una canción que no la buscas, te encuentra, bien sea en la radio, en el cine o incluso viendo el nuevo anuncio de McDonalds en la MTV. Nunca me he alegrado tanto de ver un payaso. No hay solo de guitarra, ni la ha versionado Justin Bieber- que sepamos-, simplemente es una de estas canciones que surgen de la nada y tienen un significado y cuando las vuelves a escuchar tiempo después te dice algo nuevo.
Éste no ha sido un martes cualquiera. Después de Nat King Cole he rescato la voz quebrada de Nina Simone. Traducir con su piano de fondo parece coser y cantar. Nunca un martes ha visto tanta genialidad junta en la misma franja horaria. Décadas después de que estas manos y estas gargantas se fundieran, su mensaje vuelve cíclico como si el tiempo escupiera recuerdos personalizados de días ya raros.
La gramola cibernauta tiene restricciones: 10 horas de música al mes. Ahora resulta que tienes que subscribirte para recibir canciones porque ni en la radio ponen las buenas. Por el módico precio de tres refrescos (dependiendo de la zona geográfica en la que te encuentres) tienes todo un horizonte musical dispuesto a trasladarte donde tú quieras; sólo tú, la canción y Facebook como fiel informador sobre la hora, artista y frecuencia de las escuchas; con suerte tendrás varios "me gusta" si el resto de los melómanos que afirman ser tus amigos son tan frikis como tú. Y ahora ese gran momento de intimidad llega a ojos y oídos de otras 200 personas. La belleza del anonimato en las redes sociales.
Por esto mismo el otro día decidí comprarme un tocadiscos. Quiero estanterías llenas de vinilos que cojan polvo todas las semanas y no me quede más remedio que pasarles el plumero los domingos. Olvidemos los ipods, mp3, mp4, Last Fm, Spotify y otros sucedáneos de música a raudales. Nada suena tan bien como Edith Piaf en su soporte original. Soul, rock, indie, pop noventero, grupos ya inherentes a ti porque los escuchas desde que tienes uso de razón. Todo puro, sin anuncios del nuevo Seat Ibiza, sin la voz chirriante de Bisbal colaborando con Miley Cyrus en su nuevo "éxito" "Te quiero forever" (es el peligro de mezclar idiomas y culturas) y sin el tonto de turno que te anima a subscribirte a la lista con las mejores canciones de la historia y considera Tokyo Hotel y Panic at the Disco un hito del rock contemporáneo. 
Me niego a educar a un niño en un mundo en el que uno de los mayores enigmas del país sea averiguar quién es Andy y quién es Lucas. ¿Cómo van a saberlo si nunca fueron capaces de distintiguir a Simon y a Garfunkel?

domingo, 9 de octubre de 2011

El melodramatismo de empeñarte en ser tú mismo

Melodrama: acción dramática. Es muy dado al sentimentalismo y a la incorporación de música. Texto hablado más música subjetiva que debe intentar reflejar fielmente lo que pasa por la cabeza de algún pobre griego que quiere casarse con su madre, no sin antes matar a su padre. 
El mundo se acaba, ya lo anunciaba Orson Welles aquel 30 de octubre por la radio. Todos cogieron sus armas y salieron más que concienciados a avasallar, a saquear hasta las piedras de la calzada. ¿Realmente somos tan fáciles de engañar? No debemos dudar del talento del señor Welles, pero debería preocuparnos nuestra estupidez. ¿Volvería a ocurrir? ?Si Belén Esteban anunciase el fin del mundo, nos lo creeríamos? Con toda certeza. Es más, para qué encender la televisión y ver el telediario, la única solución es hacer las maletas, coger a los niños y al abuelo y huir a Francia. Francia es indestructible, la torre Eiffel puede desmantelar cualquier objeto circular que se acerque a la capital gabacha. Podríamos huir histéricos a cámara rápida con la música emblemática de Benny Hill de fondo. Tus padres discutiendo, emitiendo sonidos y gestos tan agitados que apagarían un incendio en julio , atascos, violencia, horas en la carretera, todo este tiempo huyendo y a nadie se le ha ocurrido mirar por la ventana para comprobar si existe un peligro real como tal. Ni meteroritos, ni criaturas de identidad dudosa, pero ya que estamos llegando a Francia no está de más picar un croissant o un vino caliente con galletas.
Liberté, égalité et fraternité. Estos galos siempre presumiendo de elegancia y savoir-faire. Ahora toca repostar y volver a casa con cara de circunstancia, pero con el consuelo de ocupar los titulares de cientos de periódicos internacionales al día siguiente. Que no cunda el pánico porque la culpa de todo este malentendido siempre será de Zapatero, pase lo que pase en los siguientes 20 años, siempre habrá un primo al que cargarle el muerto.
El melodramatismo de empeñarte en ser tú mismo es digno y a la vez una costumbre en peligro de extinción. Hay pocos infelices que sean tan cabezones como para mantenerse fieles a su esencia. Los eruditos abogan por el cambio y la aceptación de nuevas tendencias, yo voto por la fidelidad a la estupided de uno, la materia prima que debería derrocar a los productos en serie. Ya tengo unas zapatillas made in China, prefiero una conciencia marca de la casa, con taras, pero original.
Aunque parezca lo contrario, ser fiel a uno mismo no es fácil. Cuesta mucho no eludir responsabilidades, pero al fin y al cabo es lo único que nos salva de ir a la deriva. Un poco de amor propio, gente; aceptémonos y querámomos, y quizá podamos ser capaces de tolerar al resto de la humanidad. Es una filosofía simple, y aun así, poco factible, no mientras abunden instituciones de dudosa autoridad y falsas creencias que impulsan una involución social inminente. Involución, eso sí que da miedo. Ya véis, no hacen falta armas ni seres superiores para transmitir pavor. Están cerca, vienen volando en palomas de cuello vuelto y siempre se recortan la barba antes de hablar.

lunes, 29 de agosto de 2011

Todas las canciones hablan de mí

Sí, somos así de egocéntricos; nos creemos el centro del universo, las películas tratan de nosotros, las series se basan en nuestras vidas y en sus anécdotas arbitrarias y las canciones son intervalos de tres minutos que describen a la perfección qué sentimos y cómo lo sentimos en cada momento. ¿Qué tendrá la música que no podemos evitar adueñarnos de ella? Arte con nombre y apellidos; pequeños trozos de genialidad que nacieron de un momento de lucidez, se arraigaron a una pluma que flotaba entre hojas en blanco y llegaron reptando hasta almas melómanas.
Llevo mucho tiempo esperando que alguien se atreva a proclamar que todo es falso, que el mundo no se para o retoma la marcha porque tengamos el corazón roto o porque lo tengamos tan grande que no nos quepa en el pecho, simplemente ese arte de tres minutos es extrapolable a otro ser humano porque a diferencia de las personas, las emociones sí son universales. En algún lugar del mundo Louis Armstrong compuso "It´s a wonderful world"; años después John Lennon y Paul McCartney se embarcaron en uno de los proyectos más importantes de la historia de la música, y de esa unión salió "Because" y "Wait" y "Across the universe" y tantas otras que necesitaría párrafos de verborrea musical para aficionados. Su música ha conseguido hacerse inmortal; nunca se irá. Mientras que nosotros nos iremos sin ella hacia un lugar aún sin determinar del todo. La nada, la eternidad...no me interesa entrar en debates existenciales.
Llevo mucho tiempo, más del que me gustaría admitir, esperando una tarde de domingo sentada a tu lado escuchando llover, tomando té, comiendo chocolate hipnotizadas en el sofá mientras suena Aretha Franklin o Aznavour. El tiempo se estanca en los cojines del sofá y de repente ese domingo se convierte en una eternidad de canciones que nunca nos olvidarán; ellas son nuestro código de acordes antes del baile; ni Woody Allen podría retratar a dos personas tan rotas detrás de dos ventanas. Dos espejos que mezclan reflejos hasta dar con la simetría.
Hoy pecaré de narcisista; me adueñaré de todas las canciones que me describen, no devolveré todas las películas que tratan de mí y miraré absorta todos los capítulos de las series que cuentan mis anécdotas arbitrarias porque hasta que se demuestre lo contrario yo soy el centro del universo y la melancolía que acompaña a esa sensación es indescriptible.

miércoles, 27 de julio de 2011

Mis mujeres prohibidas

Mis mujeres prohibidas se camuflan en sombras que maquillan intentos. No tienen la culpa de ser tan distraídas, no saben lo que hacen, pero sin querer tejen redes defectuosas. No es bueno combinar ocio con feromonas, ni feromonas con charlas miscellaneous en teclados cojos. Las letras se acaban desgastando y se niegan a seguir proyectando frases subliminales.
En cuanto a mí, mi intención siempre ha sido la misma: conservarlas. Lograr retenerlas el máximo de tiempo posible para poder descifrar cada uno de sus sabores.Era un estudio meticuloso y muy serio, pero nunca tuve en cuenta las variables, esos agentes externos que terminaban desmoronando el marco teórico. La práctica es siempre lo más difícil.
He dedicado años a hacer espacio para guardar miles de datos que no llegaron a ningún lado. He almacenado canciones, anécdotas de diferentes grados de intimidad para una vez más volver a resetear. 
Ninguna de vosotras deberíais seguir aquí; y sin embargo os recuerdo, de la única forma que sé y nadie entiende. Elegid cualquier palabra, es vuestra, juntadla con otras cuantas y obtendréis un poema, o una frase existencial en el apartado de un cuaderno escrito al revés. Pero las palabras nunca hacen justicia, van ligadas a sentimientos que pertenecen a un arrebato. Si pudiera os reescribiría a todas y os acabaría a mi manera, pero el tiempo volvería a rediseñaros y todo habría sido en vano. Reinventarse suele ser siempre muy tedioso.
Mis mujeres prohibidas han conseguido sobrevivir y encontrar su sitio en la maraña de las casualidades. Han sucumbido a caprichos más espontáneos y gratificantes sin reparar en lo curioso de las estadísticas.
Yo sólo quería detener el mundo y moldearlo con ellas.

Mujeres hechas de viento

Dedicado a un mes de julio repleto de gilipolleces y sinsentidos.

Echo de menos a las mujeres de viento con sus pulmones abismales, sus "te quiero" facilones y esa fea costumbre de hacerte sentir especial. No existe criatura más peligrosa; nunca entres en su juego, no hables con ellas, ni guardes sus secretos; son únicas en cuestiones de farándula. Poco a poco te hacen suya, formas parte de ellas, al menos eso crees; entonces la mujer de viento desprende su veneno y arrasa, desaparece entre vapores de dudosa salubridad y huye.
-¿Volverá?
Probablemente.
-¿Cuándo?
Nunca se sabe.
-¿Sucumbirás?
Con toda certeza.
Nadie le dice no a una mujer de viento, forma parte de su magnetismo suicida.
Cuando una mujer de viento se propone atraparte, utiliza todo tipo de recursos zalameros para lograrlo, aunque ello signifique recurrir a la adulación. Sólo quiere preparar el terreno para asestar el golpe de gracia. Cómo le gusta el espectáculo y el drama. Siempre idea situaciones límite por el afán de victimismo que finalizarán caóticas con esa ingenuidad casi vomitiva que rezuma burla en cada palabra. Nadie sabe nada, nadie sabe que había nada que saber y el círculo vicioso comienza. Las mujeres de viento siempre tan escurridizas. Mientras la víctima, en un intento soberbio de empatía, cae en sus redes y cede ante el chantaje emocional, o hace las maletas y coge un avión lo más lejos posible de este circo.

lunes, 11 de julio de 2011

11 de julio

Nueve años y tu recuerdo nunca se irá. Es curioso acostumbrarse al vacío.

sábado, 28 de mayo de 2011

Alquimia temporal

Existió en otra época, se arremangó el can can y enamoró a contemporáneos y barrocos. Mutación en los decenios, lustros de retraso para un acontecimiento único en su especie, pero el amor excéntrico debía emerger a ritmo de charlestón o a remolque con cenas a la luz de lámparas halógenas. La sensación de pertenecer a otro momento y la prueba fehaciente de ello. París de noche, París de día. Desde Madrid con amor, ahí donde habita la diosa, la musa moderna de poetas anclados en la Generación del 27; la musa que no puede mutar en realidad se esconde en vacíos de caricias y penitencia. El purgatorio de los poetas es el silencio, el castigo por sentir en voz alta.
Llegó a tiempo, en otra dimensión llegó a tiempo y experimentó el deseo que esconde un sí, un ahora y un para siempre. Mientras respiré habrá un para siempre, mientras muerda su piel habrá un para siempre. La eternidad es caprichosa a la hora de combinar lechos, su instante y el de ella, por fin anestesiados para interferir sin remordimientos. Llegó a tiempo, la vio antes que nadie y logró apoderarse de su escalera, de cada una de esas pestañas que cambian corrientes al aplaudir; dos ojos mecánicos que parten el corazón.
No tenía nada mejor que hacer que alterar dimensiones. París de noche, París de día. Desde Madrid con amor, en la sede de los encuentros fortuitos, anecdóticos. Vio, comparó y decidió. ¿Qué? Quedarse. Decidió quedarse con ella en e reflejo bidimensional de transformar realidades, eligió, simplemente fue egoísta y eligió quedarse con ella; musa moderna de poetas anclados en la Generación del 27, esa musa que de no ser por varios hechos sucesivos ni siquiera estaría donde está. No distingue realidad de fantasía, mas no hay realidad sin ella y paseando entre flashbacks mordisqueados se da cuenta de la grandiosidad de un monosílabo, que a simple vista no supone nada si no va acompañado de una pregunta.
París de noche, París de día. Desde Madrid con amor, ahí donde secuestran muchachas anónimas que ingenuas y majestuosas danzan por las calles mientras esquivan sogas. Si todo fuese tan fácil...si los segundos hubieran contado a su favor, la musa moderna de poetas anclados en la Generación del 27 no vagaría presa de otros momentos por los rincones de la meca "malasañera". 
Ella es Benedetti, Rojas y Cernuda en toda su esencia; ella tiene una táctica y una estrategia: perderse en los placeres prohibidos sin saber muy bien qué se ama cuando se ama.

domingo, 24 de abril de 2011

Las dos caras del sol


Dime de qué color es el sol por el lado de tu ventana.
¿Se pone a la vez que el mío?
Dime cómo son las cortinas que te aíslan de la luz
las mismas que te esconden de la curiosidad del mundo
hazme un croquis para que te imagine
ausente en noches de entierro
¿De qué pie cojeas?
¿Qué tomas para desayunar
antes de ser consciente de que aquí viene otro día?
Por mi parte todo va bien
un poco impaciente
pero sigo con mis manías:
nunca como nada antes de las nueve
odio el sonido del despertador
pero me gusta que tenga una lucecita
por si me despierto pidiendo la hora.

No obstante, mi sol es distinto,
mi sol está reprimido
desaprovechado en un cubículo VPO
tengo que ir al salón
para descubrirlo satisfecho en lo alto
no me quejo
así duermo sin antifaz.

He aquí el capítulo cuatro
del catálogo de hechos
irrelevantemente importantes
para el desarrollo de la acción
No espero respuesta inmediata
sólo léelo con regodeo
y no olvides descorrer las cortinas de vez en cuando.

domingo, 10 de abril de 2011

Anuncio de contactos: se busca mujer con gafas

Quiero estar con una de esas mujeres que se cuelgan las gafas de ver en la camiseta/camisa/jersey antes de ir al cine. Debe de ser apasionante enzarzarse en un debate después, las gafas le dan más credibilidad. Quiero discutir sobre qué musical es más interesante o por qué deberíamos ir esta noche al indio en lugar de al chino. Quiero terminar de leer un libro fantástico y llamarla inmediatamente para recomendárselo; mi fascinación podría durar horas, el tiempo justo para salirme con la mía y lograr que se interese en leerlo. Quiero elaborar tardes improvisadas en el Retiro o forzar paseos nocturnos tridimensionales, la ciudad es una locura por la noche que nunca debemos dejar de contemplar, sus edificios, amantes anónimos que sólo se adoran por la embriaguez pasajera de un sábado de desfase, puestos ambulantes, luces, olores, gente descolocada que parece no pertenecer a esa fotografía pero que tiene más derecho que nadie a contribuir con su contorno. La ciudad es uno de esos placeres prohibidos que deben ser compartidos y yo quiero compartirlo con mi mujer de gafas de ver colgadas de la camiseta/camisa/jersey.
¿Por dónde empezar? Es importante establecer una zona de acotación, una especie de zona geográfica idónea para ese prototipo de fémina con unas características determinadas. Edad: próxima a la mía-año arriba año abajo-. Físico: importante pero no decisivo. Zona geográfica: alguna dimensión paralela que en algún momento se fusione con mi dimensión, lo que conocemos más comúnmente como coincidencia. Fobias: todo el mundo tiene alguna, es lógico. Hobbies: desde contar baldosas hasta hacer aviones de papel y tirarlos desde la ventana de su habitación. Música: música es ella por lo que ese apartado estaría cubierto con creces. Y por último, compatibilidad: se presupone que máxima.
Una vez acotada la zona de búsqueda y hallado el prototipo de fémina idónea se ha llegado a la conclusión de que es una auténtica "putada". Perdón por el adjetivo, pero además de tierno, empalagoso y único, el amor también es soez.

lunes, 7 de marzo de 2011

Ya no quedan musas como las de antes

Se necesita musa urgentemente, por favor. la que tengo ya no me sirve, viene defectuosa de fábrica y no encuentro la pieza para arreglarla. Entre los requisitos imprescindibles se encuentra la capacidad innata de otorgar inspiración, la apariencia no es demasiado importante, de hecho, es bastante secundaria, simplemente tiene que sintonizar con la parte más visceral y primaria de mi persona. Deberá ser anónima y tendrá qu aguantar bien la presión al ser un objeto de inspiración y rimas de principiante. El último requisito y el más importante de todos: mi nueva musa deberá ser intangible. Con el tiempo me he dado cuenta de que sin retos todo pierde su encanto y al parecer mi tendencia magnética al fracaso es un filón de líneas libertinas y desgarradoras.
Interesadas por favor, encuéntrense conmigo por casualidad donde les plazca. No garantizo que sepan que han sido elegidas, pero es emocionante pensar que sí. Alguna de vosotras disfrutará de días de protagonismo injustificado, en ocasiones inmerecido, hasta que la X reclame lo que por derecho es suyo y el resto de musas de quita y pon sean musas de pacotilla. 
La pantomima de inmortalizar es caprichosa, aunque más lo es el objeto que se presta a ello.

domingo, 16 de enero de 2011

El monstruo de dos cabezas

El monstruo de dos cabezas ha abandonado el edificio para asediar las calles de la ciudad y fundirla en pánico irracional. Pero nadie sufre tanto como los corazones férreos, esos seres desprovistos de sentimientos que buscan compañía un sábado por a noche en rincones oscuros. Estratagema de manual para acallar voces y certitudes obscenas. El anonimato reconforta a las llemas que se enredan en hebillas extrañas pero válidas para saciar angustias e insatisfacciones.
Tras el monstruo de dos cabezas sale corriendo el cazador ninfómano/ melómano/antropólogo/funambulista/romántico empedernido. Esta nueva figura tiene la peculiar afición de coleccionar sobres abiertos para reenviar a sus destinatarios postales en blanco y negro de ciudades inmortales que se alimentan de clichés. de ilusiones que nunca pasan de moda. Paseos a la luz de la luna, góndolas, edificios grises que se iluminan con farolas estratégicamente colocadas, catedrales que hechizan a turistas que desean no marcharse jamás, pero el curso del tiempo les empuja sin remedio a la rutina de deambular arañando días más utópicos, momentos únicos. Y París, Londres, Venecia...se convierten en templos del idealismo bohemio, el prototipo perfecto del amor eterno y verdadero, un coupe de foudre...l´amore per sempre...love is everything or whatever...
Ha llegado la hora de dar caza y captura al monstruo de dos cabezas antes de que despedace más esqueletos. Debemos poner cepos, redes, trampas lo suficientemente grandes como para contrarrestar el ingenio de una bestia con dos cerebros que discuten constantemente para salirse con la suya. ¿La suya? ¿Qué es "la suya" extrapolada a una bestia de dos cabezas? ¿Habrá logrado la metáfora desbancar a la astuta y pícara dama escudada en evasivas y mordaces respuestas? Es sólo cuestión de tiempo que el sueño o la pesadilla cobren vida.
Ella es el interrogante, la incógnita junto con el cuándo y el dónde al son de Charles Aznavour la pesadilla no parece tan horrible ni la bestia tan descomunal, pero ella, ella sí que es tremenda; va acompañada por un séquito que la eleva por encima del asfalto para no pisar los charcos que se forman debajo de balcones y ventanas tomadas por siluetas inconformistas.
Yo no soy ni bestia, ni cazador ninfómano/melómano/antropólogo/funambulista/romántico empedernido--bueno, quizá un poco de esto último--no sé ni el cuándo ni el dónde, sólo soy un turista más que se escuda en catedrales y en calles legendarias para sentirse algo diferente, para tramar conspiraciones certeras que han de resolver el misterio incandescente de la soledad. El rompecabezas por excelencia de la existencia humana. Ser, existir, compartir.Ésa es la cuestión.
Pienso luego existo; existo luego comparto; comparto luego vivo; vivo porque te tengo. Y de este modo, los monstruos y las pesadillas se disipan hasta que la oscuridad lo envuelva todo y sólo quede el recuerdo de haber tenido algo extraordinario.