Powered By Blogger

domingo, 22 de abril de 2012

Las vueltas del terco

Cuando tenía diez años no existías. Tu estructura ósea no había cobrado forma ante mis retinas ausentes. No pensaba en ti ni en ninguna. Todas erais materia gris que flotaba en vientres sobreprotectores. ¿Cómo esos fetos podrían causar tantos cataclismos? ¿Qué especie de broma brotó del azar y puso en el mapa rostros y sonidos?
En mi mundo de niña el tiempo parecía rotar lentamente como algodón de azúcar, la meta más lejana era la próxima Navidad que volaba impaciente hacia el siguiente cumpleaños. Las noches de verano se fundían en circos de barrio y juegos absurdos con mi hermana antes de que la humanidad entendiera que crecer es sinónimo de pensar de más. El tiempo se ha vuelto menos considerado, aunque aún marco en el calendario la última semana de diciembre y el primero de mayo. Con la edad me he vuelto impaciente, preguntona, contestona, exigente, absurda y pretenciosa por llegar a creer en momentos que tengo la habilidad de expresarme con claridad cuando claramente disfruto regodeándome en hipótesis y teorías emocionales que sienten predilección por los fiascos. No me queda más remedio que darme vuelta y vuelta en los vertidos residuales que salen de tanta palabrería y adoptar diversas identidades. He sido poeta atormentado, amante incondicional, verdugo, víctima consciente e inconsciente, títere, amo, y en la medida de lo posible, he adquirido el papel de "yo-relativo" ante la ausencia de un "yo-contundente".
Me sobran las ganas de correr a pesar de mi cardiopatía moderada. Tengo que latir más fuerte y más rápido para llegar a tu nivel, aunque a veces me salte pulsaciones por ansia pura. Siempre me pongo nerviosa cuando toca desfilar, las multitudes exigen atenciones demasiado banales cuando sólo necesitas a una persona. ¿Por qué me obligas a perseguirte calle abajo? No te escondas por las esquinas, no me adules con falso interés para que me queda quieta en mi silla. Terminaremos ardiendo en vinilos viejos hastiadas por el masoquismo absurdo que nos rodea cuando la respuesta ja estado ahí desde el principio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario