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miércoles, 31 de marzo de 2010

Sobre gustos sí hay algo escrito

Como te prometi, aqui tienes tu dedicatoria, Sargento Buffey. Gracias por la inspiración en esas noches de confabulación antes del toque de queda (anhqv)  xD

¿Quién dice que sobre gustos no hay nada escrito? Eso es una afirmación poco precisa. No hay leyes, cierto, no hay fórmulas ni convenciones, también cierto, pero hay imtereses, preferencias, inclinaciones y antojos que no deben ser ignorados si no se quiere caer en un estado de apatía permanente. Por esta razón, hoy he decidido romper el molde, demitificar el tabú y escribir sobre eso, sobre gustos, desmontarlos, restarles importancia o darles la justa y necesaria.
Yo sigo ciertos patrones para mis gustos. Me rigo por lo intangible, lo enrebesado, confuso y retorcido. Me gusta lo raro, lo dificil, todo aquello por lo que merece la pena hacer el esfuerzo aunque no haya recompensa aparente. Hoy escribiré sobre gustos, sobre los míos al menos, para demostrar que la introspección se puede extrapolar a asuntos en apariencia únicos, pero comunes en orígen. Mi orígen eres tú, fuiste tú, serás tú, o ella, u otra o quizá ninguna. Pertenezco a mí, a nadie, a la incertidumbre más bien, a la ilusión de volar con cada silueta que se perfila en pestañas diferentes, en palabras repetitivas, pero dichas de manera distinta. Todas hablais tan bien a pesar de todo lo que callais. Es prácticamente imposible no caer cuando la catársis llama a tu puerta y ella te reclama con promesas infundadas, te alimenta hasta presentarse sin avisar en tus horas de aburrimiento y el monopolio deja de ser una utopía a largo plazo y toca volver a reconstruirse después de la catástrofe.
Hoy escribiré sobre el gusto adictivo del NO, sobre la negativa de una propuesta en parte egoísta, pero es egoismo del bueno, de ese que se comparte sin saber cuando no hay nada que perder. Escribo sobre el placer de mentir descaradamente, n mentiras piadosas o malintencionadas, sólo mentir en términos generales. Aceptamos omitir información como sinónimo contextual, ya que la falta de información repercute en actividades tan cotidianas como devolver un saludo cuando el impulso de canibalismo es casi incontrolable. Escribo sobre el gusto de darse con un canto en los dientes, sobre el gusto de no contar cosas ñoñas hasta encontrar a alguien que las escuche sin ayuda de insulina; escribo sobre damas en apuros que no quieren ser rescatadas, no por mi al menos, no tengo un flamante corcel, pero ¿quién tiene hoy en día una cochera acondicionada  para ello? Por no hablar de los dilemas al aparcar.
Y para gustos colores. Los míos son azules (blue, bleu, azurri...), blancos-transitorios, negros, rojizos,...una gama tan amplia de pequeñeces que el TODO queda ensombrecido ligeramente cuando el foco apunta hacia otra dirección. Son gustos abstractos, muy claros, a veces, tercos, incoherentes, intransigentes, son contradictorios, indefensos y, en ocasiones, multitudinarios. Mis gustos son manos que se esconden debajo de la mesa, miradas, paseos con el mp3 apunto de estallar mientras la ciudad anochece distinta a la vez anterior y mañana anochecerá disfrazada de similitud, pero no podrá engañarme.
Escribo sobre el impuslo de estampar el despertador contra la pared cada lunes y la sensación cálida de enrollarse entre las sábanas y sonreír porque "mañana es sábado".
Hoy escribiré sobre gustos, placeres, deseos, todo lo que se me ocurra en los próximos cinco minutos, pero ante todo, escribiré sobre el gusto de ser uno mismo cuando el resto del universo canfabula estrategias nucleares para redicirte al mínimo.

*Mi versión minimalista en su más puro estado de embriaguez, declara que los alucinógenos no tuvieron nada que ver cuando creyó divisar un elefante azul en relieve incrustado en la fachada del Museo del Prado. No sufrió violencia policial, pero sí una mala resaca. 

2 comentarios:

  1. Qué gusto me ha dado leerte, sobre todo con perlas como éstas

    "Mis gustos son manos que se esconden debajo de la mesa, miradas, paseos con el mp3 apunto de estallar mientras la ciudad anochece distinta a la vez anterior y mañana anochecerá disfrazada de similitud, pero no podrá engañarme."

    :)
    Firma una nínfula que, por fin, se cuela entre tus reticencias

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  2. Bienvenida nínfula. Mis reticencias se enorgullecen de contar con su inmiscuición :)

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