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viernes, 11 de noviembre de 2011

Primeras veces

¿Por qué nos cuesta tanto ser nosotros mismos? Hacer caso a nuestros impulsos y actuar acorde a ellos. ¿Por qué parece tan descabellado pensar que el romanticismo sigue vivo? Que las mariposas nunca se van y sobreviven a la rutina. Somos reticentes a creer en finales felices, en amores sin fecha de caducidad. Todo termina, llega ese desenlace abrupto temido desde el principio y sólo quedan dudas y preguntas. Me niego a creer que ésta es la dinámica que mueve el mundo. No formaré parte de la opinión general que afirma que "ya nada dura eternamente". Reniego del costumbrismo y de dar por hecho algo o a alguien que se ha tomado la molestia de cambiarte la vida.
Nos empeñamos en adelantar acontecimientos y anticiparnos a los hechos. Qué pérdida de tiempo y energía más absurda cuando especular es inútil. Nunca he sido más consciente del tiempo que ahora mismo; todo es cíclico. Vuelta al comienzo una vez más. Siempre interrumpo el final para reescribir desarrollos clónicos. ¿qué hace diferencia uno de otro? ¿Qué se queda y qué se va? La pregunta debería ser otra. ¿Qué se pierde? Ésa es la pregunta. Pureza. Cuando algo se repite tiene la fea costumbre de aburrir; atrae cierto cinismo ausente las primeras veces.
La idea inicial no era ésta, se parecía a una versión bastante más edulcorada, pero las teclas se estaban volviendo diabéticas y las necesitaba para seguir escribiendo, si quería algo de coherencia al menos. Sería interesante retroceder algunos años y volver a experimentar esa sensación cristalina de verlo todo por primera vez; sin recuerdos ni manías. Probablemente el resultado final sería muy parecido, por no decir idéntico, pero sería bonito embarcarse en algo que no contemplas que pueda terminar en catástrofe.

Put a wetsuit on, come on, come on
Grow your hair out long, come on, come on
Put a t-shirt on
Do me wrong, do me wrong, do me wrong

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