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miércoles, 17 de junio de 2009

Héroes

Todos deberíamos ser héroes. Todos deberíamos recibir el reconocimiento justo por tener que soportar tantas gilipolleces. Sin lugar a dudas, deberíamos ser héroes, esos héroes capaces de arreglarlo todo, esos héroes dignos de respeto y admiración que dejan boquiabiertos a los civiles cuando funden una ventana con la vista. Deberíamos ser de ese tipo de héroes que necesitan un trajes de licra sugerente para vencer a los malos, héroes que cuando se hunden despegan más alto rompiendo techos y rascacielos a su paso, héroes tan incomprendidos y especiales que tienen la obligación de vivir en soledad para no causar problemas.
Pero yo conozco otro tipo de héroes, una especie rara con ganas de romper moldes; una especie con fecha de caducidad. Estos héroes no buscan medallas ni aplausos, no quieren entrar en un edificio en llamas y rescatar a ese bebé del cuarto piso que moriría sin su ayuda. No. Estos héroes sólo quieren sobrevivir el día a día de la mejor forma posible sin que falte una sonrisa siempre que sea posible. Estos héroes se alimentan de sueños y de planes en el aire trazados en cafés a media tarde y clavan su mirada en el horizonte para intentar adivinar a qué huele la noche, a qué sabe la felicidad. No obstante, esta noche todo es distinto, todo parece inmóvil y si cierro los ojos respiro el futuro, navego en el pasado y me atrinchero en el presente para no cambiar nada, pero retocarlo todo.
Bien, yo soy uno de esos héroes que espera hacerlo mejor, que aspira a algo distinto y se cree especial únicamente por desear serlo cuando en verdad yo sólo soy una de tantas otras que cree tener alguna oportunidad, que intuye un plan alejado del convencionalismo y los clichés más detestables instaurados en la sociedad. Yo soy de ese tipo de héroes que sueñan para no recordar, que cierran los ojos para no ver la realidad, pero enseguida los abre porque necesita descubirla. "Si no veo no siento, si no leo no podré saberlo, si no te pregunto no me lo dirás, si no conozco no tendré que decir adiós."
Ha llegado la hora de ponerme ese traje de licra sugerente, de leer mentes, saltar de edificios en llamas, romper muros, volar entre luces de neón, levantar camiones, resurgir de la nada cuando nadie se lo espera y ser admirada y aclamada por la multitud. Ha llegado la hora de vivir sin límites, de soñar no sólo por necesidad sino por derecho y cantar sin motivo aparente a pesar del peligro de romper algun que otro vaso. Porque hoy me he levantado hipnotizada por la icertidumbre y la he disfrutado, la he abrazado y he vislumbrado un poquito de esperanza. Por eso hoy echarte de menos no dolía, respirar sola no era un problema, preparar pasta para uno no escondía ningun tipo de simbolismo codificado y hoy por primera vez en mucho tiempo, ser yo ha sido más que suficiente. Eso es ser un héroe.

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